Despacito y por las piedras
Poco a poco, tiempo al tiempo, ladrillo a ladrillo, chapa a chapa, rodillo a rodillo...
El espacio va tomando forma. Luego de un verano lleno de polvo, pintura y cemento por doquier, pudimos dar comienzo a los Cursos, inaugurando con seminarios simultáneos.
Somos afortunadas, porque siempre tenemos algo o alguien a quien agradecerle.
Gracias por las tardes compartidas a nuestra familia y amigos.
Tantas fueron las manos dispuestas a colaborar.
Y sobre todo, gracias a Dios por renovar nuestras ganas cuando el polvo nos tapaba.